En mi cabeza suena Garúa y el destajador Polaco Goyeneche, de la mano de Anibal Troilo y su orquesta. Entonces pienso en los cafetines y "los muchachos" y los problemas siguen siendo los mismo: minas, guita y futbol. Y mal que mal siempre llega al salón alguno que anda medio estropeao'. De ahi los manotazos en la espalda y los gritos de aliento, "otra copa che!" alguno pide por ahi apurando a confundir el malestar de el amigo...
Mas tarde cuando quedaron 2 o 3 con él en cuestion, empiezan las Caricias de los amigos. Ahi empieza esta entrada. Empieza con la frase " las caricias de los amigos ". Que cosa maravillosa. Que demostracion de amor. Que ejemplo. Que gran cantidad de humanidad que se esparce en esos gestos, en esas palabras de aliento, en esas cagadas a pedos y alabanzas...
Hablo de los amigos, amigos... no de "los amigos". Hablo de los que miran debajo de toda esa piel e historia que cargamos. Hablo de los que lloran conmigo, de los que rien conmigo... esos que acompañan... no importa lo que pasa.
"Ya se que me hace daño, yo se que te lastimo | llorando mi sermon de vino...". El Polaco llora en camara y nadie puede decir que no es un macho. Y eso hacen los "machos" lloran por lo inevitable por la comprension de lo inevitable. Se llora de aceptación y de caminos machacados. Y eso lo entienden solo los amigos...
Este es un gran Gracias... a todos los amigos...
